"Las autoridades de la República de Chechenia mostraron que este problema, tal y como lo presenta la sociedad occidental, no existe", dijo.
Lukashévich señaló que para exigir que Rusia tome medidas ante un problema es necesario presentar las "pruebas".
El periódico ruso Nóvaya Gazeta denunció a principios de abril pasado una campaña de purgas masivas contra el colectivo LGBT en Chechenia donde habrían sido detenidos más de un centenar de gais y algunos fueron supuestamente asesinados.
La publicación causó un revuelo mediático y las protestas de ONG internacionales y líderes extranjeros que instaron a las autoridades rusas a investigar el asunto.
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Las autoridades de Chechenia calificaron de infundadas las denuncias.
El 19 de abril el líder checheno, Ramzán Kadírov, se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, y le aseguró que todas las publicaciones en los medios sobre las supuestas detenciones y asesinatos en Chechenia son una provocación y no corresponden con la realidad.
Más tarde, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, señaló que el Kremlin no ve motivos para poner en duda las palabras de Kadírov al respecto.
La defensora del pueblo ruso, Tatiana Moskalkova, sin embargo, dijo haber recibido de Nóvaya Gazeta nombres concretos de personas que habían sufrido represión por su orientación sexual y envió una interpelación al Comité de Investigación de Rusia.