El interlocutor de la agencia hizo estas declaraciones al contestar a la pregunta sobre la posición del nuevo Gobierno respecto al contencioso diplomático heredado de la administración de Barack Obama y que supuso la expulsión de EEUU de diplomáticos rusos y el embargo de dos inmuebles de la embajada de Rusia.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, sugirió en un principio expulsar de Rusia a 35 diplomáticos estadounidenses y prohibir que EEUU sigan usando una casa de campo en el noroeste de Moscú y un almacén en el sur de la capital rusa, en respuesta simétrica a Washington.
Sin embargo, el presidente Vladímir Putin anunció que el país no se rebajaría al nivel de una "diplomacia de cocina" y se reservaría el derecho a tomar contramedidas en función de la política que implementara la nueva administración estadounidense.
Rusia esperó durante medio año que EEUU reabriera el acceso a las mansiones de Centreville y Oyster Bay, pero el primer cara a cara entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin en Hamburgo terminó sin que el asunto fuera resuelto.
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Según está previsto, el tema será tratado durante la reunión que el viceministro de Exteriores ruso Serguéi Riabkov mantendrá el 17 de julio con el secretario de Estado adjunto de EEUU Thomas Shannon.