Para el 17 de julio en Washington está prevista la segunda ronda de las consultas entre el viceministro de Exteriores ruso Serguéi Riabkov y el secretario de Estado adjunto de EEUU, Thomas Shannon.
"No vamos a adelantarnos, la situación es muy sensible y, vamos a decirlo directamente, complicada; las palabras innecesarias solo pueden empeorar la situación; seguimos esperando que nuestros colegas estadounidenses muestren sabiduría y voluntad política", comentó Peskov a la prensa preguntado sobre las acciones del Kremlin si la reunión de Riabkov y Shannon no culmina con un acuerdo para devolver la propiedad diplomática rusa.
A finales del año pasado, EEUU declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos, dándoles 72 horas de plazo para abandonar el país y ordenó el cierre de dos mansiones en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, que supuestamente eran utilizadas para espiar.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, sugirió en un principio expulsar de Rusia a 35 diplomáticos estadounidenses y prohibir que EEUU siga usando una casa de campo en el noroeste de Moscú y un almacén en el sur de la capital rusa, en respuesta simétrica a Washington.
Sin embargo, el presidente ruso Vladímir Putin anunció que el país no se rebajaría al nivel de una "diplomacia de cocina" y se reservaría el derecho a tomar contramedidas en función de la política que implementara la nueva administración estadounidense.
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Rusia esperó durante medio año que EEUU reabriera el acceso a las mansiones de Centreville y Oyster Bay, pero el primer cara a cara entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin, celebrada el 7 de julio en Hamburgo, terminó sin que el asunto fuera resuelto.