Según el reportero, el país escandinavo se propone usar los búnkeres y túneles debajo de Helsinki, que tienen 200 kilómetros de longitud, para frenar la supuesta "agresión rusa". Actualmente, la mayor parte de las instalaciones de infraestructura militar es de uso civil. Sin embargo, podrían ser reequipadas y acondicionadas como refugios y centros de mando varios días después del anuncio de la guerra.
"Hemos sacado lecciones de la Segunda Guerra Mundial y, precisamente por eso, hemos creado un sistema de túneles. Se necesitan volcar todos los esfuerzos para seguir viviendo aún bajo fuertes bombardeos", declaró al diario estadounidense el Ministerio de Defensa finlandés.
Lo que les preocupa más a los finlandeses resultaron ser los ejercicios ruso-bielorrusos Zapad 2017.
"Estamos más interesados en lo que va a pasar después de los ejercicios que durante ellos. Debemos estar seguros de que las tropas se marcharán de las posiciones ocupadas", afirmó el analista militar Jarno Limnell a The Wall Street Journal.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia considera infundados los temores de Lituania. Moscú calificó la opinión de los servicios especiales lituanos como una manifestación de rusofobia total impuesta desde fuera.
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