La página web suiza The Local, citada por Reuters, publicó la víspera que Arabia Saudí, Yemen, Mauritania, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto habían pedido supuestamente a la FIFA el traslado del Mundial 2022, alegando que Catar es "una base del terrorismo", pero un portavoz del ente negó que el presidente Gianni Infantino hubiera recibido semejante mensaje.
El vice primer ministro subrayó que incumbe a la FIFA tomar una decisión y se mostró convencido de que se trata de un asunto político.
"En realidad, es la política, se trata de países que han rotos las relaciones diplomáticas con Catar", apuntó.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo diplomático al calificarlo de "injustificado", y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar una serie de condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca, pero Doha rechazó sus exigencias.