El 14 de julio tres atacantes —eran árabes con pasaportes israelíes— abrieron fuego contra la policía cerca de la Puerta de los Leones en el casco antiguo de Jerusalén, asesinando a dos agentes, e intentaron escapar hacia la Explanada de las Mezquitas, pero fueron abatidos.
"La víspera la ciudad santa de Jerúsalen —significa 'la ciudad de paz'— se convirtió en un lugar de ataque, los corazones de los estadounidenses están destrozados por la noticia de que los terroristas asesinaron a dos policías israelíes", dijo Spicer.
Precisó, además, que "debido al ataque terrorista el Gobierno de Israel prohibió temporalmente el acceso a la Explanada de las Mezquitas para realizar una investigación".
"Las autoridades israelíes hicieron saber a la comunidad internacional que no prevén cambiar el estatus de este lugar santo y EEUU saluda esta decisión".
El representante de la Casa Blanca llamó a todos los fieles a comprender la situación.