"Temer gobierna para sí mismo y no para el país; está rifando descaradamente la Amazonía a cambio de votos para mantenerse en el poder, este proyecto de ley es absurdo, desmoraliza al Estado brasileño y demuestra que está dispuesto a cualquier cosa para mantener su Presidencia", dijo Marcio Astrini, coordinador de políticas para Greenpeace Brasil, según un comunicado de la entidad.
Si la medida triunfara, la zona de máxima protección pasaría de 1,3 millones de hectáreas actual a 953.613 hectáreas.
Es el segundo intento en poco tiempo para reducir la protección de esta parte de la selva amazónica; en mayo el Senado aprobó reducir un 37% el espacio protegido.
Sin embargo, organizaciones como Greenpeace alertan ahora de que el Gobierno retoma las intenciones de desproteger la Amazonía, para así satisfacer al "lobby del agronegocio", que está representado en el Congreso Nacional por numerosos diputados.
Temer fue denunciado formalmente por corrupción y podría ser apartado del cargo si a principios de agosto la Cámara de Diputados autoriza al Tribunal Supremo Federal a investigarle y juzgarle.
"Usar la Amazonía como moneda de cambio tendrá un coste muy alto para el país, no sólo desde el punto de vista medioambiental", advirtió Greenpeace sobre estas maniobras.
La organización recuerda que en los últimos días manifestantes contrarios a la protección de la selva presionaron al Gobierno para que aprobara esa medida cortando una de las principales autopistas del norte del país.
"El Gobierno de Temer ha lanzado a la basura décadas de conquistas sociales y medioambientales en Brasil, particularmente en la conservación de la Amazonía", lamentó Greenpeace, que añadió que seguirá vigilante junto a otras 90 entidades para que estas medidas no salgan adelante.
La organización recuerda que la deforestación en el pulmón del planeta aumentó un 29% (8.000 kilómetros cuadrados más) a lo largo de 2016 en comparación con el año anterior.