"La conversión de bosques a nuevas áreas de pastos dedicados a la ganadería, es decir la praderización, es uno de los fenómenos que más afecta a los bosques. Cultivos de uso ilícito como la coca y la amapola también afectan a las zonas boscosas, así como la infraestructura para transporte. Hay un vínculo directo entre la apertura o el mejoramiento de vías con el aumento de la deforestación. La extracción ilícita de minerales, principalmente el oro, y la ganadería de extensión. Estos factores influyen de mayor o menor medida dependiendo de la zona del país", explicó Cabrera.
"El bosque en Colombia se distribuye en Amazonia, Andes y región del Pacífico. Las mayores pérdidas ocurren en la Amazonia. Cerca de 42 millones de hectáreas de las cuales cerca de 40 millones todavía conserva el bosque natural. Allí se concentra la mayor deforestación porque es donde hay más bosque", indicó y agregó que esta región es mayormente afectada por la praderización y el cultivo ilícito de coca.
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El 6 de julio, el ministro de Medio Ambiente presentó la estrategia de control de la deforestación. "Este plan es la mayor apuesta que tenemos en el país para abordar el tema y mejorar el manejo de los bosques naturales del país. La generación de determinantes ambientales como no incentivar mayor deforestación es un elemento clave, en particular en los sectores de energía, transporte y agrícola, así como vincular al ministerio de Defensa para proteger y controlar esas áreas", concluyó.