"Es una situación escandalosa: una nación grande como EEUU, que se erige en defensora del derecho internacional, debiera avergonzarse por dejar pendiente ese asunto", declaró Lavrov a periodistas.
"Quería envenenar al máximo las relaciones ruso-estadounidenses", señaló.
Por su parte, el viceministro ruso de Exteriores Serguéi Riabkov comentó que EEUU debe cambiar su postura, "devolvernos la propiedad diplomática" y dejar de "obstaculizar las actividades de nuestro personal diplomático".
"La falta de comprensión de que esta situación es inadmisible aumenta las posibilidades de una respuesta dura por nuestra parte", recalcó.
A finales del año pasado, el Departamento de Estado de EEUU declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos, dándoles 72 horas de plazo para abandonar el país, y ordenó el cierre de dos mansiones en Centreville, Maryland, y Oyster Bay, Nueva York, que supuestamente eran utilizadas para espionaje.
Sin embargo, el presidente Vladímir Putin anunció que el país no se rebajaría a una "diplomacia primitiva" y se reservaría el derecho a tomar contramedidas en función de la política que aplique la nueva Administración estadounidense.
Fuentes del diario The Washington Post revelaron a finales de mayo pasado que la Administración de Donald Trump estudia reabrir las dos mansiones, pero al mismo tiempo levantar la inmunidad diplomática de esos inmuebles para que agentes de seguridad estadounidenses pudieran entrar allí como en otros edificios ordinarios.
Lea más: Exteriores ruso: Moscú tomará medidas simétricas si EEUU no le devuelve sus bienes
Rusia esperó durante varios meses que la nueva Administración de EEUU reabriera el acceso a las mansiones de Centreville y Oyster Bay, pero el primer cara a cara entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin en Hamburgo terminó sin que el asunto fuera resuelto.
Preguntado a este respecto, Lavrov dijo que Rusia abogará desde luego por restablecer la justicia y el derecho internacional, pero rehusó especificar el contenido de la respuesta.
"Estamos examinando medidas concretas, pero no me parece conveniente debatirlas en público, con todo mi respeto a los medios de comunicación", contestó el ministro.