"Si el boicot en realidad tiene su efecto, si se bloquean las transacciones de los bancos cataríes y los terroristas en Libia se quedan sin financiación, entonces la mayoría de ellos abandonarán el país", dijo Al Mismari.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras, mientras que varias otras naciones rebajaron el rango de las relaciones diplomáticas con Catar o llamaron a consultas a sus embajadores en Doha.
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Para normalizar las relaciones, los cuatro promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de la base militar turca desplegada en territorio catarí.
El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.