"El principal cuestionamiento es la participación de Ucrania en el grupo conjunto de investigaciones, se trata de una parte evidentemente interesada, que pudo estar vinculada a la comisión del crimen y que por definición no tiene derecho a participar en las investigaciones", afirmó el senador en su cuenta de Facebook.
Según Kosachov, "la inclusión de Ucrania en el Equipo de Investigación Conjunto (JIT, por sus siglas en inglés) lo privó de antemano de cualquier legitimidad posible".
"Y en ese sentido no es importante dónde se realice el juicio, también será ilegítimo", apuntó.
"En el equipo participan, como sabemos, cinco países, Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania", recordó.
Kosachov indicó que "respecto a Malasia y Holanda no hay preguntas, son los principales damnificados, respecto a Australia y Bélgica hay más preguntas, representan la posición del 'Occidente colectivo' respecto al conflicto en el sudeste de Ucrania, donde Rusia fue declarada culpable de todos los males, sin fundamento y de modo inapelable".
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, una zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas del régimen ucraniano y las milicias desde 2014.
El JIT concluyó en su informe del 28 de septiembre de 2016 que el avión fue derribado por un misil del sistema antiaéreo Buk supuestamente transportado desde Rusia a un área bajo control de las milicias de Donetsk.
Rusia calificó el informe de contradictorio y preconcebido y afirmó que no hay pruebas concretas que confirmen la hipótesis del grupo internacional.
A su vez, el consorcio ruso Almaz-Antey, fabricante del sistema antiaéreo, concluyó tras haber realizado varios experimentos que el avión malasio fue derribado con un misil 9M38, disparado desde una zona controlada por el Ejército ucraniano.
El Ministerio de Exteriores ruso subrayó que el grupo investigador hizo caso omiso a una importante información.
Desde la Agencia rusa de Transporte Aéreo confirmaron que los datos de los radares son claros: ningún objeto se aproximó del lado de las milicias de Donbás.
El vicepresidente de la institución, Oleg Storchevói, cuestionó al JIT por "empeñarse en querer probar lo contrario".