"Consideramos que la investigación realizada tiene una serie de deficiencias fundamentales", dice el texto.
El ministerio ruso mencionó, en particular, el incumplimiento del principio de la preservación de pruebas, la ausencia de una conclusión sobre "una cuestión clave que es la forma en la que fue usado el sarín", el método de investigación a distancia sin visitar el lugar del incidente y la base aérea siria de Shairat, donde supuestamente se almacenaba el sarín usado en Jan Sheijun.
Durante su intervención, Uliánov destacó que Moscú no ve motivos suficientes para considerar el informe como un documento de alto nivel profesional, como lo han calificado otros países.
El despacho subraya que, después de casi tres meses de trabajo de la FFM, Moscú esperaba un "documento más sustancial y convincente" que realmente ayudara a identificar a los culpables del uso de sarín.
"Rusia continuará buscando una investigación profesional e imparcial de ese resonante incidente químico a través del Mecanismo Conjunto de Investigación OPAQ-ONU (JIM, por sus siglas en inglés), creado en 2015 para este tipo de propósitos, con un viaje obligatorio de sus expertos tanto a la localidad de Jan Sheijun como a la base aérea de Shairat", concluye el comunicado.
A finales de junio la OPAQ publicó un informe que confirma el uso de gas sarín el 4 de abril en un supuesto ataque contra Jan Sheijun, provincia siria de Idlib, que se saldó con más de 80 muertos, según la Organización Mundial de la Salud.
La oposición siria culpó a Damasco por la tragedia, pero las autoridades sirias refutaron la acusación alegando que todos sus arsenales químicos fueron retirados del país y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la OPAQ.
El Gobierno sirio subrayó que nunca empleó sustancias tóxicas ni contra la población, ni contra la oposición, ni contra los terroristas.
Más información: los casos del empleo de armas químicas por parte de los terroristas
El 7 de abril EEUU atacó con misiles de crucero la base aérea siria de Shairat (provincia de Homs) sin esperar ninguna investigación ni presentar pruebas irrefutables.
Señaló que un vídeo de Jan Sheijun, filmado por los controvertidos Cascos Blancos, en el que se basan las acusaciones, muestra a los activistas sin máscaras ni otros equipos de protección, lo que contradice la tesis del empleo de gas sarín, una sustancia que causa convulsiones, parálisis y puede provocar la muerte por asfixia a las personas expuestas.
Asad indicó que si los Cascos Blancos hubieran operado en un lugar en el que realmente se usó sarín, no estarían vivos.