"Por supuesto hay ciertas dificultades no solo en la demarcación, sino en la preparación de otros documentos que reglamentan tanto la creación de las fuerzas de control de la tregua en las zonas tapón, como el estatus de estas fuerzas, las reglas del empleo de armas y otros documentos adicionales", dijo Lavréntiev.
Sin embargo, dijo que "en general se prevé la presencia de la policía militar rusa en las zonas tapón".
Lavriéntiev indicó que las fronteras de la segunda y la tercera zonas ya están definidas y de momento se debate la demarcación de los territorios en Idlib y una zona en el sur del país árabe.
"Sin embargo, creo que la decisión de compromiso sobre estos asuntos está a la vuelta de la esquina", opinó.
A la vez el diplomático apuntó que el funcionamiento de las zonas de distensión depende de varios documentos complementarios.
Lea más: Acordadas casi todas las zonas de seguridad en Siria
"Son las disposiciones sobre el intercambio de rehenes y sobre el desminado de los monumentos históricos, documentos que están en la etapa de elaboración", explicó.
A juicio del Lavriéntiev, "los pasos concretos para desplegar las fuerzas dentro de las zonas se aplicarán en dos o tres semanas" después de la firma del acuerdo.
"Todo depende de la situación de mañana", agregó.
La quinta ronda de las negociaciones de Astaná sobre la solución del conflicto en Siria se celebra este 4 y 5 de julio.
Las consultas sirias celebradas en la capital kazaja a partir de enero pasado que tienen el objetivo principal de consolidar el armisticio vigente desde finales de diciembre pasado y allanar el camino a una solución política del conflicto en el país árabe.
Durante la ronda anterior, celebrada el 3 y el 4 de mayo pasado, los tres países garantes de la tregua –Rusia, Turquía e Irán– firmaron un memorando sobre la creación de cuatro zonas de distensión en Siria que abarcan la provincia de Idlib, parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama, parte del norte de la provincia de Homs, Guta Oriental y ciertas áreas del sur, en las provincias de Deraa y Al Quneitra.
El nuevo acuerdo busca afianzar el armisticio y separar a la oposición de los grupos terroristas.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.