La Declaración de Asunción, adoptada por cuarta conferencia regional intergubernamental sobre envejecimiento y derechos de las personas mayores de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), "exhorta a los gobiernos a incorporar de manera transversal en sus políticas, planes y programas de desarrollo el tema del envejecimiento y a poner en marcha políticas específicas para las personas mayores".
El experto destacó que en las organizaciones de la sociedad civil estaban muy bien representadas las personas mayores, "que son las que mejor conocen sus problemáticas y las que mejor pueden expresar sus preocupaciones y sus prioridades".
El documento adoptado reconoce "la persistencia de dificultades y obstáculos particulares en el contexto regional que socavan la participación de las personas mayores en la vida política, social, económica y cultural".
Las Naciones Unidas estiman que para este año la región tiene 76,3 millones de personas mayores, 11,8% del total de población, y que para 2030 sumarán 121 millones, con lo que llegarán a 17% de los habitantes.
Saad observó que los desafíos más fuertes para dar respuesta a las necesidades del envejecimiento son la persistente desigualdad social de América Latina y la debilidad de los sistemas previsionales y de cobertura de salud, que deben ampliarse y reformarse, "especialmente en el capítulo de cuidados para los adultos mayores", que serán cada vez más requeridos.
En 2060 los adultos mayores sumarían 234 millones de personas, llegando al 30% de la población.
Se estima que para esa década, la población de América Latina y el Caribe dejará de crecer y comenzará a decrecer en un proceso irreversible.