"Con esta acción fascista y terrorista de la quema de los alimentos se van a ver afectadas de forma inmediata más de 10.000 familias; es un acto que no tiene ningún tipo de justificación", señaló Marco Torrres.
El funcionario aseguró que el objetivo de este ataque, al que calificó de "terrorista", es "debilitar al pueblo venezolano" que apoya la Asamblea Nacional Constituyente propuesta el pasado 1 de mayo por el presidente Nicolás Maduro.
Asimismo indicó que en los tres meses que la oposición lleva realizando protestas un total 30 bienes de la red de alimentos del Estado han sido blanco de ataques, entre ellos vehículos, centros de acopio y sedes administrativas.
Trabajadores atacados
En esta última ocasión, el ministro informó que no hubo personas afectadas durante la agresión, sin embargo, recordó que el pasado 16 de junio dos trabajadores fueron atacados en el estado de Lara (oeste) con armas de fuego, y aunque se encuentran fuera de peligro, estuvieron en estado crítico.
"Esto lo hacen porque ellos saben que la Misión Alimentación, en el marco de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, le ha llevado el alimento al pueblo a través de los Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), y porque sabe que estamos llegado directo al pueblo, y eso les afecta", añadió.
El programa Clap surgió como una medida del Gobierno para hacer frente al desabastecimiento de alimentos y al alto costo de la canasta básica, de forma que también se venden productos de higiene a precios subsidiados por el Gobierno y la empresa privada.
"Ellos sabían que ahí están esos alimentos y dañaron esa infraestructura, la incendiaron, porque quieren evitar que el pueblo se alimente de forma adecuada pese a la guerra económica que ellos pretenden imponer", señaló a esta agencia.
El objetivo de este ataque, aseguró el ministro, es "mermar un sistema logístico de distribución de alimentos", lo que consideró un crimen carente de justificación.
"Esto forma parte de todas esas acciones terroristas que emprende la derecha venezolana, la derecha fascista, la derecha terrorista en contra del pueblo venezolano, porque no quieren al pueblo, sino dominarlo", añadió Marco Torres.
No obstante, sostuvo que el Gobierno hará todo lo posible para que la población local y los trabajadores de ese ministerio, para quienes también estaban destinados esos productos incinerados, no se vean afectados.
La mayoría de las movilizaciones han culminado en hechos violentos y se han reportado saqueos de comercios e instituciones del Estado, los cuales han dejado numerosas pérdidas económicas.
El Gobierno de Venezuela responsabiliza de las víctimas a la oposición y asegura que hay sectores radicales aliados con bandas criminales que buscan generar víctimas fatales para provocar una imagen de ingobernabilidad y promover una intervención.
Por su parte, la oposición asegura que existen grupos paramilitares aliados al Gobierno que reprimen las movilizaciones juntos a los cuerpos de seguridad para asustar a los manifestantes y evitar protestas.