"Se están produciendo procesos negativos en Siria. Si esto genera una amenaza para nuestras fronteras, reaccionaremos de la misma manera como lo hicimos durante la operación Escudo del Éufrates", afirmó el líder turco el 23 de junio en una entrevista con los periodistas del medio ruso tras visitar a los refugiados sirios de la ciudad de Harrán, en el sureste de Turquía.
Añadió que Ankara expresó anteriormente su voluntad de liberar las ciudades de Manbij y Al Raqa de los radicales islámicos, pero los socios de la coalición occidental prefirieron apostar por formaciones kurdas para este cometido.
El presidente turco también expresó su pesar por el hecho de que los países considerados socios estratégicos de Ankara, "actúen en concierto con los terroristas", en referencia a las organizaciones kurdas Partido de Unión Democrática (PYD) y su ala militar, las Unidades de Protección Popular (YPG). Este mensaje iba dirigido principalmente a EEUU, que entrena y equipa a los efectivos kurdos sirios para usarlos en la lucha contra Daesh, organización proscrita en Rusia y otros países, escribe Izvestia.
Las declaraciones de Erdogan han causado preocupación en Moscú y Washington. Una fuente en la Duma de Estado consultada por el diario dijo que un nuevo conflicto en Siria no ayudará a sumar a la lucha contra los terroristas, por lo que Moscú tratará de evitar una gran guerra entre Turquía y los kurdos.
"Estamos trabajando estrechamente con Turquía sobre Siria, en particular, en el formato de Astaná. Estoy seguro de que mediante las consultas a diversos niveles será posible contener a Ankara a la hora de cometer acciones precipitadas", afirmó una fuente consultada por Izvestia en la Cámara Baja del Parlamento ruso.
Washington mantiene una postura similar. Una fuente en la sede de la coalición occidental contra Daesh citada por el diario dijo que actualmente la lucha contra la amenaza yihadista es más importante que cualquier otro conflicto.
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Sin embargo, los expertos rusos recomiendan no excluir ningún escenario. Así, el director del Centro de Estudios Orientales, Vladímir Avatkov, valoró las probabilidades de que empiece una nueva operación del Ejército turco en el norte de Siria, ya que la preparación de los militares turcos para el combate ha aumentado en comparación con la del año pasado.
"Los turcos cuentan con muchas unidades listas para el combate en el sureste del país y directamente en Siria. La operación Escudo del Éufrates reunió a las fuerzas armadas debilitadas por el golpe de Estado del año pasado, y les dio la experiencia militar necesaria", afirmó el orientalista.
Turquía comenzó a finales de agosto de 2016 la operación Escudo del Éufrates para proporcionar apoyo militar a los rebeldes del Ejército Libre Sirio, expulsar a los terroristas de los limítrofes con Turquía y crear una zona de seguridad para los desplazados internos.
A finales de marzo pasado Ankara dio por finalizada la operación pero mantiene sus militares en el norte de Siria y sigue proporcionando apoyo a varios grupos rebeldes.
Damasco se pronunció en numerosas ocasiones en contra de esta presencia no autorizada por el Gobierno sirio.