"La denuncia presentada contra el presidente Michel Temer es pública y está basada en abundantes elementos de prueba, tales como laudos de la Policía Federal, informes detallados, registros de vueltos, contratos, declaraciones, grabaciones, imágenes, videos, certificados, entre otros documentos que no dejan lugar a dudas sobre la materialidad y la autoría del delito de corrupción pasiva", dice el comunicado.
Pocas horas antes Temer dijo en comparecencia pública que la denuncia era una "ficción" y una "infamia" porque a pesar de los intentos de inculparlo, el delito es inexistente, tanto política como jurídicamente.
El dinero de esa maleta sería una especie de agradecimiento de los directivos de JBS a Temer por los favores prestados, según los investigadores.
Temer también acusó al procurador general Rodrigo Janot de buscar "destrucción y venganza" y criticó que proteja excesivamente al delator Joesley Batista, uno de los dueños de JBS, que sigue en libertad pese a las confesiones de delitos de corrupción.
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La fiscalía respondió que Janot se guía por una actuación "técnica" y recuerda que nada está por encima de la ley o fuera de su alcance, pues "si así fuera no habría un estado democrático de derecho".
Tras la presentación de la denuncia por corrupción ante el Tribunal Supremo Federal, la Cámara de Diputados tendrá que aprobar con dos tercios de los votos si continúa el proceso.
En ese caso, Temer sería apartado automáticamente de la presidencia durante al menos seis meses, mientras dura la investigación y se celebra el juicio en su contra.