La expedición de este año se enfocó en examinar la fragata rusa Oleg, que se hundió en el año 1869. La última vez que los expertos 'visitaron' esta nave fue en 2013. El equipo de especialistas de RGO tenía como objetivo registrar los cambios que el buque sufrió a lo largo de los últimos cuatro años. Los buceadores concluyeron que durante este período no se produjo ningún cambio negativo significativo.
Además, el equipo estudió la capilla de la nave y elaboró un plan para llevar a la superficie los artefactos religiosos encontrados en este cuarto. Los buceadores planean volver a examinar a Oleg en las próximas expediciones.
Gracias al uso de aparatos hidroacústicos, los investigadores lograron encontrar dos otras naves del siglo XIX en las proximidades de la isla Gogland. Una de ellas es un bricbarca de dos mástiles destruido casi por completo: solo la cubierta superior y varios revestimientos se preservaron. La segunda nave es un velero de transporte, al parecer europeo. Ambos barcos están situados a unos 60 metros de profundidad, donde casi no hay visibilidad, por lo que no ha sido posible identificarlos.
Las condiciones climáticas de la región báltica no permitieron a los especialistas terminar sus obras. Sin embargo, el equipo prevé regresar al lugar para seguir con la exploración de las profundidades del golfo de Finlandia y planea crear una lista de objetos ubicados en los alrededores de la isla Gogland.