De acuerdo con el columnista, las continuas interferencias de EEUU en Siria no merecen la pena, ya que pueden desencadenar una nueva Guerra Fría con Rusia o incluso un enfrentamiento directo con el país eslavo.
"Por ahora es un peligroso camino que nuestro país sigue allanando", escribió el periodista, que subrayó que "actualmente la política aplicada por Rusia en Siria es más sincera y coherente que la de Washington". Según el autor, la Administración Obama dejó claro que el presidente sirio Bashar Asad no podría formar parte de un futuro Gobierno de Siria.
No obstante, esta no es la única muestra de incoherencia de EEUU hacia Siria desde el inicio de la guerra. El primer programa ideado por la Administración Obama —dotado con 500 millones de dólares— que tenía como objetivo identificar y entrenar a las unidades de la llamada 'oposición moderada' acabó en fiasco. Como resultado de este proyecto, muchas de aquellas unidades resultaron o bien capturadas o bien rodeadas por otros grupos radicales.
"EEUU está flirteando con facciones que siguen cualquier ideología pero que no representan al sector moderado. Uno de estos grupos es el Frente Al Nusra [actualmente denominado Frente Fatah al Sham], que anteriormente fue una organización afiliada a Al Qaeda en Siria", escribe Galen Carpenter, que subraya que el exjefe de la CIA David Petraeus "explícitamente abogó por la cooperación de EEUU con esta organización".
"Además, Washington recientemente se ha visto atrapado por otro dilema después de que su aliado de la OTAN, Turquía, atacara a los kurdos sirios que estaban luchando contra el grupo terrorista Daesh [autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países] con la ayuda de EEUU".
"Moscú se juega mucho más en Siria y Oriente Próximo en cuanto a su seguridad [que EEUU]. El norte de Siria está a apenas 600 millas de la frontera con Rusia, mientras que Siria está a unas 6.000 millas de EEUU (…) y Washington podría también descargar responsabilidades y riesgos en el Kremlin", afirma el autor.