Según dichas fuentes, citadas por la agencia Associated Press, la posible reunión ha dividido de forma radical a la propia Administración Trump. La manzana de la discordia radica en qué enfoque debe mantener Washington con respecto a Moscú en medio de la investigación sobre "los vínculos con Rusia" que se está realizando en suelo estadounidense.
AP señala que el posible encuentro entre Trump y Putin agrava estas divergencias.
"Muchos altos cargos de la Administración creen que EEUU debe mantener cierta distancia y tratar con Rusia con extrema cautela", publica la agencia.
La agencia de noticias indica que varios asesores de Trump le recomiendan llevar a cabo una reunión informal en el marco de la cumbre del G20 u organizar "conversaciones sobre la estabilidad estratégica" entre las delegaciones de los dos países que normalmente no suponen la presencia de los presidentes.
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Anteriormente, la Casa Blanca aseguró que no descarta una reunión entre Trump y Putin en la cumbre del G20 que tendrá lugar los días 7 y 8 de julio en Hamburgo (Alemania).
Por su parte, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, declaró que, por el momento, no hay ningún plan concreto sobre la primera reunión. Al mismo tiempo, Peskov confirmó que ambos mandatarios asistirán a la próxima cumbre.