"Pese a las dificultades provocadas por el embargo ruso, especialmente al principio, el sector agroalimentario de la Unión Europea se mantiene estable", dijo la fuente.
Añadió que las exportaciones de los productos agrícolas de la UE "no dejan de crecer" en términos monetarios desde que se impuso el embargo.
"Pero eso no significa que no haya dificultades, ciertos sectores en varios países de la Unión Europea resultaron más afectados por el embargo ruso que los demás, por eso la Comisión Europea estableció medidas de apoyo para neutralizar los efectos del embargo y encontrar mercados alternativos para la producción agroalimentaria de la UE", apuntó la fuente.
La UE destinó casi 450 millones de euros para apoyar a los agricultores europeos que se vieron afectados por el impacto del embargo ruso.
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Las relaciones entre Moscú y Occidente sufrieron un profundo deterioro tras la reincorporación de Crimea a Rusia en marzo de 2014 y por el conflicto armado interno en el este de Ucrania que estalló aquel mismo año.
La lista negra de alimentos occidentales proscritos en Rusia incluye los cárnicos, lácteos, pescado, mariscos, frutas, verduras y frutos secos.
El 29 de junio de 2016 el presidente ruso, Vladímir Putin, prorrogó el veto agroalimentario contra Occidente hasta el 31 de diciembre de 2017, y más tarde prometió extenderlas al máximo.
Se estima que los países europeos más afectados por el embargo son Estonia, Lituania y Letonia.