Los resultados de un sondeo realizado por el Centro Internacional de Política Pública, ubicado en la capital serbia de Belgrado, mostraron que un 40% de los 1.323 encuestados entre los estudiantes serbios de la Universidad de Belgrado no quieren que su país ingrese en la Unión Europea, mientras que otros 29% votarían a favor de esta decisión. El 31% restante preferiría no participar en la votación o no están seguros.
La actitud negativa de los estudiantes respecto al ingreso de Serbia a la OTAN es el resultado de la agresión propiciada por el bloque contra el país eslavo en 1999, que fue realizada violando el derecho internacional y causando un daño enorme, señala el exprofesor de la Universidad de Belgrado, Konstantin Cavoski.
En cuanto al ingreso a la Unión Europea, la nueva generación de serbios entiende que esto es cada vez menos probable, puesto que Bruselas quiere simultáneamente recibir a Serbia y al "Estado autoproclamado de los albaneses", es decir, Kosovo, agrega el entrevistado.
El especialista cree que esta condición es "inaceptable y humillante" puesto que los estudiantes comprenden esta situación y como consecuencia están en contra de que su país se haga miembro de la Unión.
Desde otro punto de vista, los jóvenes suelen oponerse a los bloques militares, además, en Serbia no hubo ningún tipo de discusión acerca de las ventajas y desventajas del ingreso de la OTAN. Entonces dada la falta de argumentos a favor, la actitud emocional hacia la OTAN parece lógica, recalca el analista.
"Los mismos estudiantes encuestados sobre la posibilidad de mudarse a la UE responden afirmativamente, pero al mismo tiempo no quieren que [Serbia] ingrese a ella. Todo esto subraya que no tenemos ningún diálogo adecuado sobre el futuro de Serbia", concluye.