La noche del 21 de junio, 1.418 velas —por el número de días que duró este sangriento conflicto bélico— fueron encendidas en el malecón Krímskaya de Moscú.
Los 'guardianes del fuego', vestidos con el uniforme militar soviético, relataron a los presentes los momentos más dramáticos de la contienda. Los moscovitas llevan flores al lugar para honrar la memoria de sus familiares fallecidos durante la Gran Guerra Patria —concepto acuñado por la historiografía soviética para referirse a la parte del conflicto entre la URSS y la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial—.