La mayoría de las monarquías en los países occidentales usa el principio de la primogenitura, es decir, el hijo mayor es el primero en la línea de sucesión. Sin embargo, la selección del heredero en Arabia Saudí es un proceso mucho más complicado. Anteriormente, los reyes han sido entronizados cuando ya tenían más de 60 años de edad. La situación es aún más complicada a causa de la lucha por el poder dentro de la Casa Saud.
Ahora, en caso de que algo le pase al rey Salman, quien tiene 81 años y no está bien de salud, el príncipe Mohamed bin Salman se convertirá en el monarca y en el rey más joven en la historia de Arabia Saudí.
Junto al trono, el nuevo rey heredará un gran número de problemas, entre ellos la crisis de Catar y las tensiones con Irán.
El príncipe Mohamed tiene gran popularidad entre la población, que cree que él puede reformar el país y traer lo cambios que se consideran necesarios.
Mohamed bin Salman ha limpiado el aparato burocrático de Arabia Saudí y ha colocado a tecnócratas con nuevas ideas, de acuerdo con el politólogo Hasán Nafaa.
El príncipe también fue el autor de 'Visión 2030', en el que se plasma la idea de un país con una economía diversificada e independiente de las ventas de petróleo. Además, fue él quien decidió vender una parte del gigante petrolero Saudi Aramco.
"Creo que él seguirá con la política de tensiones con Teherán. Irán en general es percibido como la mayor amenaza en la región. En lo que se refiere al conflicto árabe-israelí, es posible que Riad esté más dispuesto a cooperar con Israel contra la amenaza iraní. Pues con Irán mantendrá una postura muy dura, mientras que con Israel probablemente será moderado", afirmó Nafaa a Sputnik.
Pese a todo esto, el heredero anterior, Mohamed bin Nayef, era muy apreciado en EEUU y Reino Unido por su dura postura hacia los yihadistas. Por lo tanto, hay dudas sobre un posible cambio de la política saudí respecto a su estrategia antiterrorista ahora que el trono del país árabe está prometido a otra persona.