"Para nosotros el Willca Kuti (el retorno del sol) es un evento de trascendencia, que significa el inicio de un nuevo ciclo de la vida, además de la celebración del año 5.525 del pueblo aymara", señaló Quispe.
En la madrugada de este miércoles, en medio de música autóctona y rituales religiosos, cientos de creyentes de las tradiciones ancestrales se congregarán en el centro arqueológico de Tiwanaku para recibir la energía de los primeros rayos del sol y así comenzar un nuevo ciclo agrícola.
"Para esta madrugada están invitadas las principales autoridades del país para que junto a nosotros recibamos los primeros rayos solares y pidamos equilibrio y sabiduría en este nuevo ciclo de vida", agregó el alcalde.
Las actividades de celebración del Nuevo Año Andino Amazónico comenzaron el martes con rituales en algunos cerros considerados sagrados por las comunidades campesinas indígenas del altiplano.
Así, las autoridades locales de Tiwanaku se reunieron en el cerro Lloco Lloco, a unos 15 kilómetros de esa población, para entregar una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) y desear que los visitantes lleguen al lugar sin percances.
"Hemos iniciado una ofrenda en cerro Lloco Lloco pidiendo permiso a la madre naturaleza y al cosmos para que el evento de inicio del Nuevo Año Andino Amazónico se realice con éxito y los visitantes leguen sin problemas", dijo el alcalde.
Además, las poblaciones aymaras y quechuas del país realizarán actividades culturales y religiosas en lugares simbólicos para también extender las manos hacia los primeros rayos del sol y celebrar el año nuevo.
Tiwanaku nació como aldea alrededor del año 1580 antes de Cristo y creció en sus fases de Estado local, regional e imperial entre los años 133 al 374 de nuestra era.