"Nelson Mandela escribió en 1995 que la principal arma del siglo XXI sería la educación, afirmando que sustituiría a las armas nucleares y de destrucción masiva del siglo XX. Pero según como lo veo yo, será la inteligencia artificial. Para que funcione, a diferencia de las bombas atómicas, no se necesita ni uranio ni fábricas ni nada que sea difícil de obtener. Solo se necesita silicio —muy utilizado en la industria informática— y electricidad", explica el investigador francés.
No se trata en este caso de observar cómo las potencias van tras la pista de restos de uranio, plutonio u otros materiales cerca de instalaciones secretas de Corea del Norte e Irán, por ejemplo.
"Los políticos y los representantes de potencias como Francia o Israel desmienten que estén trabajando en tales sistemas de guerra electrónica. Que eso sea cierto o no es algo que no podemos comprobar, pero tal y como yo lo veo, este tipo de avances sí que se está llevando a cabo y es el principal objetivo estratégico de la mayoría de las potencias mundiales", dice Bonis.
Según el vicepresidente de los laboratorios Kaspersky, Antón Shingarev, los países de la OTAN consideran que un ciberataque es equivalente a un ataque convencional y, por tanto, se reservan el derecho a responder a ellos de la misma forma.
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El Kaspersky Geek Picnic es un festival de electrónica, informática y ciencia que tiene lugar en Moscú durante el mes de junio y que pretende ser un escaparate de las nuevas tecnologías y un lugar de debate entre los amantes de la electrónica y de los avances científicos.