Los manifestantes critican la falta de acción del Gobierno para paliar los efectos inmediatos del severo incendio y piden la dimisión de la dirigente conservadora ante la verja de Downing Street.
"Alguien que no es capaz de aparecer en público no puede seguir siendo primera ministra; esta vergonzosa farsa ha de concluir", tuiteó Owen Jones, ensayista político y columnista en el diario The Guardian.
Jones reflejó la creciente ira popular ante la pasividad y percibida falta de solidaridad de May con los cientos de personas que han perdido familiares, amigos y todos sus enseres bajo las llamas que arrasaron el rascacielos de North Kensington.
"He oído a gente decir que necesitamos aprender de las lecciones de la Torre Grenfell; no son lecciones nuevas, las aprendimos hace 40 años y debemos preguntarnos por qué no se aprendieron", denunció en Downing Street Matt Wrack, secretario general del sindicato de bomberos, Fire Brigades Union.
Cerca de medio millar de personas marcharon hasta la residencia de May desde el ministerio de Comunidades locales y la plaza de Westminster, frente al Parlamento británico.
Una multitud más numerosa se movilizó poco antes frente al ayuntamiento de Kensington y Chelsea, propietario de la torre en la que han muerto al menos 30 personas, según los últimos pero no definitivos datos oficiales.