"El color brillante y dorado del escarabajo y la luz polarizada tan poco usual que atrae su caparazón hacen de él un insecto único (…). Estos escarabajos pueden servir de modelo para el desarrollo de nuevos sistemas ópticos que hasta ahora ni siquiera podríamos haber imaginado", dice Pete Vukusic, investigador en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido.
El 'chrysina resplendens' habita en América del Sur y sus alas y su caparazón están cubiertos de un fuerte color brillante dorado. Habiendo estudiado la estructura de las alas del 'chrysina resplendens', los investigadores han descubierto el material más singular de la naturaleza.
#PorSiNoSabías El escarabajo dorado (Chrysina resplendens) es endémico de #América central. pic.twitter.com/ud8rDpSolv
— Fernando Canales F (@FerCanalesF) June 22, 2016
Esta última propiedad hace que estos escarabajos sean importantes para los científicos desde el punto de vista práctico.
La forma en que atrae la luz y lo que hace con ella permitirá a los físicos acelerar la velocidad a la que navegamos por Internet codificando la información de la misma forma en la que se refleja la luz en el 'chrysina resplendens'.
プラチナコガネの一種、Chrysina resplendens。 pic.twitter.com/z1FTg9qPgL
— うみねこ博物堂・6/17オダサガ文化祭 (@umineko22) October 1, 2016
A pesar de que ya existen instalaciones capaces de producir luz de este tipo, ninguna cabe en un microchip. El descubrimiento de una estructura tan pequeña capaz de hacer tanto, simplica mucho la tarea.
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