"Si ese Estado (Catar) sigue moviéndose en la misma dirección y no renuncia a la política que aplica, disponemos de otras decisiones para responder a Catar y parar a los terroristas (…), son medidas legislativas, políticas y diplomáticas", dijo en una entrevista con Sputnik.
El embajador subrayó que los países del golfo Pérsico concedieron a Doha tiempo para que la crisis no afecte el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
Recalcó que abandonar el apoyo a los terroristas es la única condición que Bahréin le pone a Catar.
"Esta condición se inscribe en el derecho internacional y los principios de la buena vecindad", señaló.
Al Saati aseguró que su país tiene "pruebas de contactos directos de Catar con algunos jefes de organizaciones y grupos en Londres y Doha y de que les financiaba".
Asimismo dijo que Catar debe cesar de recurrir a sus medios de comunicación, en particular la cadena televisiva Al Jazeera en contra de Bahréin.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar al acusar a Doha de apoyar al terrorismo e interferir en los asuntos internos de los países de la región.
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Al boicot diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.