Estos contratos permitirían preservar las líneas de producción de los aparatos aéreos de la generación 4+ en la planta en la ciudad estadounidense de San Luis, en el estado de Misuri, explicó en una entrevista a Gazeta.ru el experto Konstantín Makienko.
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Sin este contrato Boeing tendrá que cerrar las líneas de producción de dichos cazas para los años 2019-2020, profundizó el analista.
"No creo que el presidente Donald Trump quiera una reducción de puestos de trabajo en su país. Sé que él anunció la posibilidad de nuevas ventas de armas estadounidenses cuando estaba de visita en Arabia Saudí, pero muchos de estos modelos serán construidos no en Estados Unidos, sino en dicha región", afirma la senadora Claire McCaskill.
El senador Ben Cardin admitió que Washington tiene ciertas discrepancias con sus aliados en Oriente Medio, pero, según el parlamentario, Catar no debe ser el chivo expiatorio en la situación actual. Cardin también expresó su deseo de que el negocio sea concluido.
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Makienko declaró a Gazeta.ru que Catar ya había firmado un negocio por la compra de 24 cazas Dassault Rafale con Francia por un valor de 6.300 millones de euros. Está programado que los suministros empiecen en mediados de 2018. Si Doha consigue comprar 72 cazas F-15QA estadounidenses, la Fuerza Aérea de este país árabe contará con 96 cazas modernos.