"En este momento en que Trump, mandatario inculto, acaba de anunciar desde Miami malas noticias para ambos pueblos, hubiera sido muy bueno que conociera lo que pensaba de Cuba y su Revolución ese Premio Nobel de Literatura para que se nutriera de información", afirmó Felix Arguelles, economista de profesión que trabaja por cuenta propia (privado) como chofer-guía en La Habana.
Jubilado tras servir durante su juventud en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba y más tarde como profesor universitario de Economía y Ciencias Sociales, Arguelles dijo que el autor de El Viejo y el Mar fue "un puente de amistad" entre ambos pueblos y que Trump debería escuchar a la mayoría de los ciudadanos de los dos países que están a favor de recomponer las relaciones.
"El jefe de la Casa Blanca debe entender que el 65 por ciento del pueblo norteamericano, incluso de Miami, está a favor de una mejora en las relaciones entre ambos países, porque el empeoramiento afecta a Cuba pero también va en contra de los propios Estados Unidos", comentó Arguelles, estudioso del célebre escritor estadounidense, ganador del premio Nóbel en 1954 y quien residió durante muchos años en la isla caribeña.
"Independientemente de las 11 administraciones que han tratado de derribar a la Revolución cubana por la fuerza o mediante la erosión ideológica, la figura de Hemingway ha quedado enhiesta, incorruptible, incólume en relación con Cuba", aseguró el guía, quien dice hablar nueve idiomas, incluido el esperanto.
"No importa que Trump emplee una política de la zanahoria y el garrote, aquí en Cuba estamos firmes y resistiremos", advirtió convencido este admirador del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, fallecido en noviembre del año pasado.
"Con esos antecedentes seguimos firmes en la defensa de nuestra soberanía y en el perfeccionamiento de nuestro socialismo, que requiere más prosperidad y sustentabilidad económica", aseguró.
"Para entendernos y mantener relaciones normales algún día, debemos respetarnos mutuamente y Estados Unidos tiene que levantar el bloqueo económico, comercial y financiero, eliminar la base naval de Guantánamo y suspender el financiamiento de la subversión anticubana", añadió el taxista.
Estas medidas representan un revés al histórico proceso de acercamiento entre los dos países iniciado en 2014 por Obama y su par cubano Raúl Castro, que incluyó la reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.
La sede diplomática de EEUU en Cuba, indicó el presidente estadounidense, se mantendrá abierta.
Desde que se inició el proceso de acercamiento, EEUU y Cuba firmaron más de 20 acuerdos sobre temas económicos, migratorios, de seguridad marítima y de protección ambiental.