Al respecto, el periodista de la revista estadounidense The National Interest, Kyle Mizokami, ha analizado el balance de fuerzas entre ambos países en el mundo submarino, al comparar el sumergible nuclear ruso Severodvinsk y los submarinos estadounidenses de la clase Virginia.
De acuerdo con los datos citados en el almanaque Combat Fleets of the World, el Severodvinsk cuenta con un reactor nuclear de 200 megavatios gracias al que puede desarrollar una velocidad de más de 29 km/h en la superficie y más de 57 km/h bajo el agua.
El armamento del submarino ruso incluye cuatro lanzadores de torpedos de 533 milímetros de diámetro y cuatro lanzadores de torpedos de 650 milímetros. Estos tubos pueden acomodar tanto torpedos, como la serie de misiles rusos 3M-54 Club.
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Para aumentar la potencia de fuego de la nave, los ingenieros rusos equiparon al Severodvinsk con sistema de lanzamiento vertical, que puede disparar misiles antibuques P-800 Ónix.
Los submarinos estadounidenses de la clase Virginia pueden alojar a bordo hasta 113 tripulantes. Propulsados por el reactor nuclear General Electric SG9 estos sumergibles son capaces de alcanzar una velocidad de hasta 46 km/h en la superficie y 64 km/h bajo el agua.
Según el periodista, el sumergible Severodvinsk y los sumergibles de la clase Virginia representan pináculos de la tecnología submarina de ambos países. Diseñados para rivalizar, estos dos tipos de buques podrían emparejarse perfectamente.
La diferencia entre ambos consiste en que el Severodvinsk es más lento pero es capaz de sumergirse en las aguas más profundas. Por su parte los submarinos de la clase Virginia pueden ser más rápidos pero los ensayos han revelado que son solo pueden bajar a una profundidad máxima de 488 metros.
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En cuanto a su armamento, ambos tipos de naves son más o menos equiparables. El submarino ruso puede responder rápidamente a la aparición de un blanco potencial gracias a los misiles 3M-54 Club.