"No son muchos, apenas un puñado, solo nos preocupa que tengan armas", dijo el teniente de alcalde de Iligan, Jemar Vera Cruz, en una entrevista con la estación de radio DZMM.
En un principio, los militares filipinos se proponían recuperar el control de Marawi para el 12 de junio, Día de la Independencia de Filipinas, pero todavía hay algunas bolsas de resistencia.
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Los militares estiman que en Marawi quedan unos 100 combatientes que retienen como rehenes a entre 300 y 600 civiles.
Las autoridades filipinas sospechan que el grupo Maute, vinculado al movimiento yihadista Abu Sayyaf, busca separar Marawi del resto del país y establecer una provincia del autodenominado Estado Islámico, o Daesh, organización terrorista proscrita en numerosos países, entre ellos Rusia.