"Estos resultados deberán ser contundentes o de lo contrario nos veríamos obligados a evaluar la posibilidad de la aspersión, pero por ahora esto no está en la agenda (…) son los resultados los que determinan la posibilidad o no de avanzar en otra solución", dijo Naranjo en entrevista con la emisora local Blu Radio.
"Las cifras de hectáreas cultivadas con coca (en Colombia) son impresionantes, el presidente Trump habló directamente con el presidente Juan Manuel Santos (durante su visita a Washington en mayo pasado) y vamos a trabajar con ellos para hacer frente a este asunto", agregó Tillerson.
Al respecto, Naranjo dijo que "por ahora Colombia se merece la oportunidad de probar" que la estrategia de erradicación manual de 50.000 plantas ilícitas y la sustitución voluntaria de 50.000 más este año será tanto o más eficaz que la aspersión aérea.
Sin embargo, desde entonces, según cifras reveladas por el Gobierno de EEUU, las hectáreas de cultivos ilícitos en el país se han duplicado entre 2015 y 2016 hasta alcanzar unas 188.000 hectáreas, cifra récord en toda la historia de estas mediciones.
Naranjo enfatizó que por ahora el Gobierno colombiano no regresará a la aspersión aérea, y recordó que "en el pasado se asperjó porque era imposible tener fuerzas terrestres erradicando esos cultivos, porque el conflicto armado en el terreno era muy intenso", lo cual no sucede ahora tras la firma del Acuerdo Final de Paz con la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
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Mientras, tanto Colombia como EEUU contemplan la utilización de un químico similar al glifosato que no eleve dudas sobre posibles daños a humanos o al medio ambiente.