"El aumento de los cultivos ilícitos tiene muchas causas: el clima tiene un papel importarte, obviamente se ha sembrado mucho más por presión de las FARC y la decisión soberana de Colombia" de suspender la aspersión aérea con glifosato por sus efectos en la salud humana, dijo Whitaker a Blu Radio.
En todo caso, el hecho "es preocupante" y el Gobierno de EEUU trabajará junto con al Colombia "para dar una respuesta" en políticas de sustitución de cultivos, añadió el diplomático.
El viernes, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sostuvo en su informe anual sobre Colombia, que este país sigue siendo el principal cultivador mundial de coca (materia prima de la cocaína), con 96.000 hectáreas plantadas y también el mayor productor de esa droga, con 646 toneladas registradas en 2015.
Pese a ese hecho, Washington mantiene su respaldo al proceso de paz que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, adelanta con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y según Whitaker, apoyará la fase de posconflicto desde varios frentes.
"A través de USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) estamos trabajando en la restitución de tierras, reintegración de excombatientes y ayudas para afrocolombianos e indígenas afectados por el conflicto", dijo el diplomático.
Por otra parte, se continuarán los "esfuerzos para enfrentar el crimen trasnacional e incluso el narcotráfico", y en tercer lugar "seguimos ayudando a las fuerzas militares y, finalmente, con el desminado", señaló.
Luego del informe de la ONU, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, admitió que "el incremento es preocupante".
Según el Ministerio de Defensa de Colombia, los mayores aumentos de siembra de coca se dieron en los departamentos de Nariño, Putumayo, Cauca (todos en el suroeste), Norte de Santander (nordeste), y Caquetá (centro), que hoy concentran el 81 por ciento de las 96.000 hectáreas detectadas.