El analista cita una lista de medios y armas con las que Moscú podría defender sus intereses en el Ártico en caso de que tuviera lugar un conflicto bélico.
La Federación de Rusia cuenta con la flota más grande de rompehielos del mundo. Estos buques son cruciales para acceder al Ártico, escribe Farley.
Además, el calentamiento global es incapaz de afectar en la actualidad al uso de rompehielos en este rincón del mundo.
"El movimiento del hielo hará que este tipo de buques sea más necesario que nunca. Los barcos civiles y militares van a necesitar rompehielos para seguir realizando sus tareas regulares".
El periodista considera que, desde el punto de vista del desarrollo de los rompehielos, Rusia está mejor equipada para servir ejerciendo como garante del acceso global al Ártico.
Akula (tiburón, en ruso) es un submarino gigante de la Marina de Rusia que puede ser equipado con un abundante arsenal de armas. Este sumergible es capaz de luchar contra otros submarinos, así como contra buques que navegan por la superficie del mar.
Aunque el Akula es más ruidoso que los sumergibles extranjeros, esta desventaja se compensa con sus dimensiones y con las armas de las que está dotado.
Aviones MiG-31
Las condiciones meteorológicas en el Ártico no son compatibles con el uso de portaviones, lo que aumenta la importancia de las aeronaves de despliegue terrestre, como el caza interceptor MiG-31.
Aunque los MiG-3 podrían experimentar dificultades a la hora de luchar contra aviones de quinta generación de EEUU, los últimos apenas lograrían acceder al Ártico, debido a la falta de bases terrestres estadounidenses en esta región.
El radio de combate de los MiG-31 alcanza los 1.450 kilómetros. El avión es capaz de desarrollar una velocidad de hasta 3.000 km/h a alturas máximas.
Los Tu-95 y los Tu-142
El avión Tu-95 y su versión marítima, el Tu-142, se sienten como en casa en el frío y triste cielo del Ártico. La razón es que, en este lugar inhóspito, existen pocas bases terrestres y no hay portaviones.
En su versión clásica, el Tu-95 puede portar misiles antibuques y de crucero. Por su parte, el Tu-142 es capaz de realizar operaciones antibuque.
Fuerzas Especiales
En los últimos años, Rusia ha activado la preparación de sus Fuerzas Especiales para que estas puedan cumplir misiones en el Ártico, una región donde las unidades de tanques blindados o la infantería apenas podrán ser desplegadas, escribe Farley.
Los submarinos, aviones y buques que navegan en la superficie del mar podrán transportar al Ártico a los grupos de las Fuerzas Especiales de Rusia, que son capaces de tomar bajo su control regiones poco accesibles, realizar tareas de reconocimiento e interrumpir las comunicaciones del enemigo.