Así, el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, realizó recientemente unas conversaciones telefónicas con el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu. Según informó Reuters, citando fuentes en la diplomacia turca, los altos funcionarios discutieron el conflicto en Siria, así como las cuestiones relacionadas con Catar.
El arabista y profesor en temas de Oriente Próximo de la Escuela Superior de Economía de Rusia, Andréi Chupriguin, recuerda en su comentario para la agencia FAN que las controversias entre los saudíes y los cataríes han tenido ya múltiples antecedentes. Según el experto, entre sus principales causas está la rivalidad personal que existe entre el emir de Catar, Tamim bin Hamad Thani, y el príncipe heredero de facto de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman al Saud.
"Esto es algo muy peligroso. Catar tiene a su disposición no solo instrumentos financieros, sino también un gran número de grupos, escuadrones y movimientos, que ha estado financiando durante años. Es difícil evaluar todas las consecuencias que Catar pudiera causar usando todo ese arsenal. Es suficiente con decir, que la situación en Oriente Próximo podría escalar en solo unos instantes", advierte Chupriguin.
Hoy en día, esa confrontación está tomando forma por toda la región: de un lado Arabia Saudí y sus satélites, por otro Catar, Irán y Turquía.
Este último entiende perfectamente que en lo que respecta a Catar e Irán, se encuentra 'al otro lado de las barricadas'. Es por eso que intenta buscar una agenda capaz de revertir la escalada, provocada por la actual Administración estadounidense, afirma el politólogo Alexandr Asáfov, en su comentario a la agencia FAN.
"Debemos tener bien claro que Washington ha marcado toda una política anti-Irán y todos los socios y aliados del país persa de una manera u otra recibirán, sino su golpe, como mínimo una minuciosa atención con el fin de buscar sus vulnerabilidades", advierte Asáfov.
En ese contexto, no es de extrañar que los contactos entre Turquía y EEUU sean de tan alto nivel, señala el experto. Las partes estarían intentando encontrar una solución, sin causar la desestabilización de la región: si la presión a Irán y a los países que se han mostrado favorables del diálogo continúa, Catar podría retirarse de Siria, lo que sería favorable para Damasco, pero inadmisible para Arabia Saudí y los reinos árabes, concluye el politólogo.