Para realizar el estudio, los investigadores enviaron numerosos gusanos Dugesia japonica a la Estación Espacial Internacional (EEI) por un período de cinco semanas. Esta especie es conocida por su capacidad de regenerar las partes de su cuerpo amputadas.
"Queríamos aprender más acerca de cómo estas fuerzas afectan la anatomía, el comportamiento y la microbiología de esta especie", según declaró uno de los encargados del estudio, Michael Levin, en un comunicado publicado en el sitio web de la universidad.
Posteriormente, a los gusanos enviados al espacio se les compararon con dos grupos de control que quedaron en Tierra. Uno consistía en gusanos planos que estaban en las mismas condiciones que sus contrapartes espaciales —sin luz y a una temperatura de 20ºC—, mientras que el otro grupo fue sometido a algunos cambios de temperatura.
Por su parte, los cuerpos de los gusanos enviados al espacio sin ninguna amputación, se dividieron en dos o más gusanos idénticos, a diferencia de sus contrapartes terrestres.
"Ya que los seres humanos hacemos una transición hacia una especie espacial, es importante conocer el impacto que este hábitat puede provocarnos", explicó el científico Junji Morokuma.