Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, el último ataque es parte de una operación de defensa propia y no es un indicativo de una escalada del conflicto.
"Sin embargo, los ataques del Pentágono contra las fuerzas sirias se han vuelto regulares: en abril fue en la base aérea Shairat, en junio en Al Tanf. No parece ser autodefensa", comentó el analista político Alexandr Jrolenko para Sputnik.
Por su parte, tras las agresiones a las posiciones de Damasco, las fuerzas aliadas del Ejército del Gobierno sirio, que incluyen tropas iraníes y del Hezbolá libanés, amenazaron a la coalición liderada por Estados Unidos con un ataque de represalia.
Región estratégica
Estados Unidos posee una base militar en Al Tanf, la cual facilita la maniobra de fuerzas en Irak y permite el control de una gran parte de la provincia de Palmira.
Las fuerzas de oposición respaldadas por Estados Unidos se mantendrán cerca de Al Tanf hasta que Daesh sea completamente derrotado en la zona del Eufrates. Sin embargo, el propio Pentágono afirmó anteriormente que la gran presencia de la coalición en la región se debió a posibles amenazas por parte de las fuerzas sirias.
Riesgo de confrontación
"Está claro que Estados Unidos intenta debilitar la capacidad del Ejército sirio y desea detener su ofensiva en Al Tanf. Los ataques de la coalición estadounidense contra el Ejército sirio y sus aliados fueron deliberados", subrayó Jrolenko.
"Si la coalición crea más problemas para el proceso de paz, una confrontación abierta cerca de Al Tanf es completamente posible. En ese caso, el Ejército de Siria e Irán pueden atacar a las fuerzas de la coalición y a los grupos de oposición apoyados por Estados Unidos" concluyó el columnista.