En la situación actual, muchos suelen comparar el posible enfrentamiento entre China y EEUU con la guerra de Japón contra Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. El entrevistado señala que las comparaciones históricas no son adecuadas en dicho caso, porque es difícil equiparar la China de hoy y el Japón de los años 40.
La mayor esperanza para China, igual que para Japón en los años 40, sería derrotar a las tropas estadounidenses y las de sus aliados en una 'batalla relámpago' en la parte oeste del océano Pacífico antes de que lleguen los refuerzos norteamericanos —desplegados en diferentes partes del mundo— a este teatro operacional.
Las fuerzas estadounidenses adicionales, que tardarían mucho en llegar al 'campo de batalla' deberían lanzar una ofensiva contra el enemigo que ya se habría atrincherado en los territorios capturados. El miedo de sufrir bajas considerables podría empujar a Washington a aceptar las negociaciones de paz, considera el experto.
No se lo pierda: Guerra de portaviones: ¿Rusia, EEUU, China o la India?
Además, hay factores que aumentan las posibilidades de China en el posible conflicto. Kashin se refirió al factor de la economía del gigante asiático, que supera a la de Estados Unidos, y añadió que la industria china radicalmente sobrepasa a la norteamericana.
Kashin expresó que, a diferencia de los lazos entre Moscú y Washington, es poco probable que las relaciones entre China y Rusia empeoren a corto plazo.
"Hasta en caso de que Rusia no ingrese en la guerra al lado de China, Pekín podría comprar de Moscú artículos para su economía", enfatizó.
Lea también: ¿Cómo terminará EEUU de iniciarse una guerra con China?
El entrevistado observó que la amenaza de la guerra atómica crecería considerablemente, porque en la actualidad Pekín está aumentando su potencial nuclear.
De cualquier manera, el desenlace del posible conflicto chino-estadounidense no está predeterminado y no se puede excluir que Pekín gane en él, concluyó.