"La Policía hace todo lo posible para erradicar el extremismo de nuestra ciudad y nosotros aplicaremos tolerancia-zero al crimen del odio", declaró el primer edil musulmán de la capital británica.
Las estadísticas, que son provisionales, sugieren además un pico de los incidentes de islamofobia por encima de las denuncias efectuadas inmediatamente después de anteriores atrocidades islamistas, como el ataque en París de 2015 o el asesinato del soldado británico en mitad de la calle y a la luz del día en mayo de 2013.
"Londres sobresale por nuestra desafiante unidad frente a la adversidad y esto no va a cambiar a consecuencia del horrible ataque", clamó el alcalde.
Ocho víctimas fallecieron —una más de las confirmadas previamente— en la sangrienta secuencia del trío de supuestos islamistas, que atropellaron viandantes en el Puente de Londres y después apuñalaron a la gente a diestro y siniestro en una zona de bares y restaurantes.
Siguen ingresadas 29 de las 48 personas que fueron hospitalizadas, incluidas diez en estado crítico.
Tres días después, el lunes 6, se denunciaron 54 incidentes racistas en la capital británica frente al promedio diario de 38 hasta ahora en 2017.
Las instancias de odio contra el Islam subieron a 20 cuando por la media se estima en tres sucesos y medio al día en lo que va de año.