"Vamos a continuar nuestro trabajo independientemente de lo que pase en el TSE", afirmó en declaraciones a la prensa el líder del Congreso Nacional, que pertenece al oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).
En la actualidad se está tramitando en el Senado la reforma laboral, que ya tuvo la luz verde en la Cámara de los Diputados.
La otra gran reforma económica propuesta por el Gobierno que encabeza Temer, la reforma del sistema de pensiones, está algo más retrasada y todavía se está tramitando en la Cámara Baja.
"La reformas ya no pertenecen al Gobierno, pertenecen a la sociedad brasileña", añadió el presidente del Senado para subrayar la necesidad de su aprobación.
Las dos medidas, señaladas por el Ejecutivo como herramientas clave para la recuperación económica pero muy impopulares, corrían el riesgo de quedar bloqueadas debido a la crisis política que vive el país.
El martes el TSE retomó el juicio contra el Temer y la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) sobre la presunta financiación ilegal de su campaña conjunta en las elecciones de 2014.
En caso de que haya una condena, Temer perdería la Presidencia y el Congreso Nacional tendría que escoger a un sustituto.