Los resultados se basan en el análisis de los datos de 550 hombres y mujeres británicos mayores de 40 años sobre su consumo semanal de alcohol y su rendimiento congnitivo durante 30 años —entre 1985 y 2015, indica el estudio—.
También reducía la capacidad del lenguaje —calculada a partir del número de palabras pronunciadas por minuto pertenecientes a una misma categoría o comenzadas con una determinada letra— y la cantidad de materia blanca, fundamental para desarrollar las capacidades cognitivas.
¿Cómo mide el estudio la cantidad de alcohol?
El estudio mide la ingesta de alcohol en unidades y considera cada una de ellas equivalente a 10 ml u 8 gramos de alcohol. Así, el consumo moderado oscila entre 14 y 21 unidades semanales (unas cuatro pintas de cerveza o cinco vasos de vino) y, el elevado, se fija en 30 unidades.
Hasta ahora un gran número de médicos y científicos consideraba que el consumo moderado de alcohol —de un par de copas de vino a la semana— no era perjudicial para la salud. De hecho y según varias investigaciones llevadas a cabo durante los últimos 10 años, el consumo de estas cantidades de alcohol era beneficioso.
"El estudio demuestra que los efectos positivos del consumo del alcohol, si existen, se dan únicamente en dosis extremadamente bajas. Tenemos cada vez menos razones para creer que el consumo moderado de alcohol es normal y beneficioso para la salud", asegura Killian Welch, neurocientífica británica del Hospital Real de Edimburgo.
Lea más: ¿Beben los rusos tanto como se cree? La historia detrás del estereotipo
Aplauden la reciente reducción de las cantidades de alcohol recomendadas en el Reino Unido y advierten que los límites de su consumo recomendados en Estados Unidos, por ejemplo, no se corresponden con las cantidades que realmente no suponen ningún riesgo para la salud. "Estos resultados hacen que se cuestionen los límites actuales recomendados en Estados Unidos", indican.