Según el periodista, las acciones de Al Jazeera resultaron en la detención de varios de sus periodistas en diferentes países.
"Al parecer los reporteros pagan con su libertad por la política de la cadena catarí. Esta amenaza al concepto del trabajo de un periodista", indicó.
Asimismo, Fahmi recordó que durante su trabajo en el medio, los empleados habían recibido una instrucción que les obligaba a no mencionar los lazos entre el Frente al Nusra y Al Qaeda.
El profesor de periodismo marroquí Ahmed al Dafiri enfatizó que inicialmente Al Jazeera fue bien recibida en el mundo árabe, pero luego se supo que el canal prestaba demasiada atención a los conflictos políticos. El catedrático añadió que ya hay muchas pruebas de que la emisora funciona para provocar la tirantez entre países amigos.
"Este canal funciona de manera no profesional desde el punto de vista del periodismo. Lo más importante para ellos es la política y los intereses que son promocionados por los 'contratantes'. No hay nada de lo que esperan ver los pueblos árabes".
El experto estratégico tunecino Basel Mustafa declaró a Sputnik que Al Jazeera perdió su autoridad a causa de que se había permitido difundir informes y noticias falsas. A juicio de Mustafa, la cadena se ha convertido en una herramienta que alienta las matanzas y destrucciones.
Recordó que Al Jazeera ha apoyado a grupos terroristas como los Hermanos Musulmanes. Y ahora la cadena está perdiendo su audiencia de manera rápida, señaló.
El exmiembro de la Asociación de periodistas de Egipto y redactor jefe del medio Al Gad, Ibrahim Mansour, dijo a Sputnik que el cierre de las oficinas de Al Jazeera es la consecuencia de la crisis diplomática entre Catar y ciertos países del mundo árabe.
Riad presentó condiciones para el fin de las tensiones con Catar, entre ellas Arabia Saudí exigió que Al Jazeera cerrara, por lo cual es posible que la cadena reduzca sus transmisiones a corto plazo, destacó el experto.