"América Latina es una región rica en energía hidroeléctrica, una forma renovable tradicional y posiblemente la más barata de producir. Las que están más de moda, que tienen un impacto poco previsto y se están desarrollando a gran ritmo son las energías renovables no convencionales, como la eólica y la solar fotovoltaica", explicó Elenter, director de SEG Ingeniería, una empresa dedicada a proyectos de eficiencia energética y desarrollo de energías renovables.
Según Elenter, en 2016 el país suramericano mantuvo 178 días completos a base de energías renovables, mientras que solo el 4% fue producido por combustible fósil. Sumó a la lista de países avanzados en la región y el mundo a Costa Rica, nación que en el mismo período se sustentó 250 días gracias a energías renovables, y solo 2% no renovables.
Consideró que si bien, en el caso de Uruguay, desde el punto de vista económico aún no es conveniente que una persona ponga un panel solar en su casa, sí es una opción rentable para las empresas, ya que éstas pueden acceder a beneficios fiscales por la ley de promoción de inversión, que deduce impuestos a compañías que inviertan en energías limpias.
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"Son países que están mostrando liderazgo a nivel mundial. Muchos otros seguramente los emularán porque además de ser amigables con el medio ambiente reducen el impacto de las subas de petróleo usando recursos autónomos como el sol, el viento o el agua", concluyó.