Según Osman, la situación de la salud en Siria se agravó en los últimos dos años porque la mayoría de las empresas extranjeras dejó de suministrar medicamentos para el tratamiento de cáncer al país árabe por las sanciones de la Unión Europea y EEUU.
"La falta de los tipos de medicamentos para tratar las enfermedades oncológicas supera el 60%", dijo.
El funcionario indicó que el Gobierno sirio ofrece el tratamiento de cáncer gratis a partir de años 1980, pero el país depende del 90% de los medicamentos extranjeros.
"Seguimos sufriendo por la falta de estos fármacos, lo que priva el tratamiento a los menores sirios y otros enfermos de cáncer", constató.
La esperanza vive
Othman explicó que "los fármacos se trasladan a los países vecinos, de donde se envían a Siria vía terrestre, lo que requiere más tiempo".
"Muchos enfermos en Siria mueren, aunque podrían ser salvados si hubieran recibido el tratamiento necesario", subrayó.
Mientras las organizaciones internacionales no consiguen mejorar la situación.
"La OMS (Organización mundial de la Salud) envía fármacos a Siria, pero hay pocos medicamentos para el tratamiento de cáncer, podemos reprochar a las organizaciones internacionales como Unicef (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y la OMS porque están en capacidad de prestar más ayuda que ahora", dijo.
A inicios de mayo EEUU extendió por un año más las sanciones en contra del Gobierno de Damasco, y a finales del mismo mes la Unión Europea prolongó hasta el 1 de junio de 2018 sus limitaciones unilaterales que pesan sobre Siria desde diciembre de 2014.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas prohibidas en Rusia y otros países.