Los últimos días han sido testigos de al menos dos importantes acciones bélicas contra los terroristas en Palmira.
La intensificación de los combates en la zona de Palmira no es casual: la posición estratégica de la ciudad la convierte en una importante encrucijada, preparada para lanzar una ofensiva en cualquier dirección.
Al Raqa, la actual 'capital del califato', está asediada y será tomada próximamente. Así, los terroristas necesitan otra gran ciudad para convertirla en su nuevo baluarte.
"[Daesh] ataca desesperadamente Deir Ezzor, que el Ejército sirio lleva defendiendo ya hace tres años. En Palmira, las fuerzas gubernamentales se concentran para desbloquear Deir Ezzor mientras los terroristas lo consideran como su posible nueva 'capital' al entender que los días de Al Raqa ya están contados", comentó a Sputnik el director del Centro de Coyuntura Estratégica moscovita, Iván Konoválov.
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"No se puede dejar caer Palmira. Además de ser un centro de múltiples carreteras importantes, existe un momento moral: la victoria aquí ayudaría a Daesh a reclutar nuevos combatientes y generaría más apoyo financiero de sus 'patrocinadores'. Y para Damasco, ceder Palmira por tercera vez sería un durísimo golpe moral", teorizó el analista militar Anatoli Tsiganiuk.
Así, Palmira se ha transformado en uno de los lugares más importantes en el campo de batalla de hoy. El Ejército sirio y los militares rusos vigilan atentamente las cercanías de la ciudad y lanzan ataques regulares contra los terroristas. Por otro lado, Daesh reiteradamente demostró sus capacidades de asalto, incluso en la misma Palmira, así que los combates podrían hacerse muy duros.
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