Fried rehusó especificar de qué colegas se trata, pero dijo haber "encontrado la historia lo suficientemente creíble".
A juicio de Malinowski, el equipo de Trump dio marcha atrás al darse cuenta de que la cancelación de las restricciones se vería horrible a la luz de las revelaciones sobre la posible coordinación entre su campaña electoral y la supuesta interferencia de Rusia en los comicios.
"Habría sido una victoria total de Moscú", dijo Malinowski.
Un alto cargo de la Casa Blanca confirmó que la administración había comenzado a explorar los cambios en las sanciones contra Rusia como parte de una revisión política más amplia que aún está en curso.
Poco después de la investidura de Trump, al Departamento de Estado se le encomendó elaborar un repertorio de opciones para mejorar las relaciones con Rusia a cambio de la cooperación rusa en la guerra contra el Estado islámico en Siria, según dos ex funcionarios.
Esas opciones incluirían el alivio de las sanciones, así como la devolución a Rusia de dos inmuebles diplomáticos, uno en Long Island y el otro en la costa oriental de Maryland, cerrados por el presidente Obama a finales de diciembre bajo el pretexto de que estaban siendo utilizados para espionaje.
Después de eso, "no tardaron mucho tiempo en darse cuenta de que si levantaban las sanciones, habría una tormenta política", dijo Malinowski.