En su artículo para The National Interest, el autor apunta que los ingenieros rusos convencen al Kremlin de que invierta en diseños especializados en lugar de barcos polivalentes.
"La [nueva] filosofía atesora un marcado contraste respecto a la doctrina militar de la Marina de EEUU acerca de la construcción de sumergibles polivalentes, tales como el submarino de ataque nuclear de la clase Virginia", sostiene Majumdar.
Este tipo de barcos fue diseñado para realizar casi todas las misiones, con excepción de la disuasión nuclear estratégica, prosigue el periodista.
Moscú está trabajando en la construcción del submarino de ataque de nueva generación del proyecto Husky, indica el autor.
Según los informes, se está desarrollando en dos versiones: una podría ser un 'interceptor' similar al proyecto 705 Lira o al proyecto 945, mientras que la otra sería un sumergible de misiles guiados, diseñado para reemplazar a los barcos del proyecto 949A Antey.
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Majumdar enfatiza que, una de las razones por la que los rusos toman en consideración la construcción de submarinos de ataque de nueva generación, consiste en que el nuevo proyecto Yasen podría tardar mucho tiempo, además de ser bastante costoso. De esta manera, el país eslavo necesita diseños alternativos de sumergibles de ataque.
"Los rusos probablemente tienen una buena oportunidad para recapitalizar su flota si son capaces de diseñar un submarino más barato y más fácil de producir", destaca el periodista.
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De acuerdo con el autor, es posible que Moscú pueda equipar los nuevos barcos con el sistema de propulsión aérea independiente. Sin embargo, también podría simplemente adoptar los bloques de batería de capacidad extendida para los nuevos submarinos.