En total, el Ejército Árabe Sirio y sus aliados liberaron 5.000 kilómetros cuadrados de territorio en el desierto sirio, en su mayoría, en la provincia de Homs, en la región montañosa de Qalamun y en la región de As Suwayda.
El control sobre las posiciones montañosas ayudó a las fuerzas gubernamentales a familiarizarse con el terreno para poder controlar el movimiento de las unidades enemigas. Además, los efectivos sirios descubrieron numerosos almacenes y túneles de los yihadistas.
De acuerdo con Ahmad Marzouc, un experto en temas militares citado por la agencia rusa FAN, actualmente los militares sirios ya han logrado retomar el control sobre los poblados de Al Rahba y Al Zuluf, ubicados a unos 90 kilómetros de Al Tanf. En cuanto al flanco norte de la ofensiva, los aliados de Damasco se dirigen al noreste del aeródromo militar de Jaljala.
El objetivo principal de la operación Gran Amanecer es derrotar a los yihadistas en el desierto sirio, así como defender las zonas fronterizas entre Siria, Jordania e Irak.